El pasado 24 de febrero se cumplió el primer aniversario de la invasión rusa a Ucrania. El conflicto que ha provocado miles de muertos y millones de refugiados, ensombrecido las perspectivas de una recuperación económica pospandemia para las economías emergentes y en desarrollo ha tenido un impacto político de gran envergadura en el tablero internacional.

El Gran Caribe a pesar de la distancia geográfica, no ha escapado a las consecuencias políticas del conflicto. Las posiciones de los gobiernos de la región han sido de generalizado rechazo y condena a la invasión, aunque rechazan en principio medidas de mayor alcance, como sanciones económicas o incluso el envío de armas a Ucrania. Sin embargo, a pesar del mayoritario rechazo los países de la región no han mostrado una posición homogénea y las votaciones en los organismos internacionales es la prueba más evidente.

El 25 de febrero de 2022 se celebró una sesión extraordinaria en la Organización de Estados Americanos donde se aprobó una declaración condenando “enérgicamente la invasión ilegal, injustificada y no provocada de Ucrania por parte de Rusia” y se exigió “la retirada inmediata de la presencia militar”. La mayoría de los países del Gran Caribe se adhirieron a la condena con excepción de Nicaragua.

El 25 de marzo del 2022, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó una resolución sobre la crisis en Ucrania con 28 votos a favor, ninguno en contra, cinco abstenciones entre ellas las de Honduras, San Vicente y las Granadinas y El Salvador. En ella se pidió a Rusia que retirara de forma inmediata todas sus fuerzas y equipos militares dentro de las fronteras de Ucrania, regresar al diálogo y la diplomacia, facilitar el acceso rápido, seguro y sin trabas a la asistencia humanitaria y revisar el cumplimiento de los compromisos de Rusia ante la organización como país Observador Permanente. En esa sesión participó la embajadora ucraniana en Estados Unidos, Oksana Markarova, quien solicitó a la OEA que considerara retirar a Rusia el estatus de Observador Permanente.

La petición no quedó en el olvido y el 21 de abril en una sesión extraordinaria convocada a solicitud de Guatemala y Antigua y Barbuda, con el apoyo de Estados Unidos, Colombia y Granada se aprobó una resolución que suspende el estatus de Rusia como país Observador Permanente de la OEA hasta que éste retire sus fuerzas militares de Ucrania. Veinticinco países aprobaron la resolución, ninguno en contra y ocho abstenciones incluyendo a Honduras, México, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas.

En el escenario de la Organización de las Naciones Unidas la posición de la mayoría de los países del Gran Caribe ha sido de condena, aunque no de manera homogénea igual como ha sucedido en la OEA, con algunas pequeñas variaciones en la votación. El 2 de marzo de 2022, 141 de los 193 Estados miembros de la ONU votaron en la Asamblea General a favor de una resolución que condenaba la invasión de Rusia y pedía su retiro inmediato. La resolución fue apoyada por la mayoría de los países y solo se abstuvieron Cuba, Nicaragua y El Salvador. Venezuela criticó la resolución, pero no pudo votar porque no había pagado sus aportes a la ONU.

El 24 de marzo a solicitud de 90 países, la Asamblea General adoptó una resolución humanitaria que exigía a Rusia el cese inmediato de las hostilidades. La resolución obtuvo 140 votos a favor, cinco en contra y 38 abstenciones entre los que se encontraban Cuba y Nicaragua. El texto exigía el cese inmediato de todo ataque contra la población o infraestructura civiles.

El voto caribeño estuvo aún más dividido en la votación del 7 de abril de 2022 en la Asamblea General de la ONU en la que se decidió suspender a Rusia del Consejo de Derechos Humanos por las denuncias de graves violaciones de derechos humanos cometidas en Ucrania. La resolución fue aprobada con 93 votos a favor, 24 en contra y 58 abstenciones. La mayoría de los países de la región votaron a favor de la suspensión, con los votos en contra de Cuba y Nicaragua y la abstención de Barbados, Belice, Guyana, México, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Trinidad y Tobago.

El 23 de febrero de 2023 fue aprobada en la Asamblea General una resolución que pide el cese de hostilidades en Ucrania y la retirada de las tropas rusas. Se aprobó con un total de 142 votos a favor y siete en contra, mientras que 32 países se abstuvieron. Nicaragua en este caso votó en contra y Cuba se abstuvo.

Las votaciones en la OEA y la ONU muestran que, desde el punto de vista político la región se ha mostrado un poco desunida para definir una postura común y ha carecido de una voz única en los foros internacionales lo que probablemente limita su capacidad de influir y tener mayor peso internacional. Esta realidad se refleja también en los organismos de integración.

De los diversos organismos regionales existentes la CARICOM y el SICA se han pronunciado como bloque con respecto al conflicto. El 24 de febrero de 2022 la CARICOM publicó una declaración en que condenaba enérgicamente los ataques militares y la invasión de Ucrania por parte de Rusia. De igual manera, los países del SICA y CARICOM reiteraron su condena en la reunión que celebraron en mayo de 2022 en Panamá en la que participó el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell. Recientemente en la cuadragésima cuarta cumbre de la CARICOM celebrada en Bahamas del 15 al 17 de febrero el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky fue invitado a dar un discurso por videoconferencia en la que agradeció el apoyo del bloque. Sin embargo, en los casos de la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECS), la Asociación de Estados del Caribe (AEC) y la CELAC que celebró su VII Cumbre en Argentina el 24 de enero no se han posicionado formalmente como bloque sobre el conflicto.

Ciertamente el conflicto es una señal de que el tablero internacional se ha hecho más complejo, dando lugar a un mundo más volátil que exige cada vez más, respuestas coordinadas ante los desafíos internacionales. Si los países y organismos del Caribe quieren tener un mayor peso internacional, necesitarán diseñar estrategias novedosas, hablar a la comunidad internacional con una sola voz y contar con sólidos liderazgos regionales con respaldo social y político.


Centro estudios caribeños. PUCMM.
Connected Worlds: The Caribbean, Origin of Modern World. “This project has received funding from the European Union´s Horizon 2020 research and innovation programme under the Marie Sklodowska Curie grant agreement Nº 823846. Dirigido por Consuelo Naranjo Orovio desde el Instituto de Historia-CSIC”.

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