“Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte”. Mirabal Reyes, Minerva

A propósito de su natalicio, en esta ocasión queremos dedicar esta sección a la gran Minerva Mirabal, quien junto a sus dos hermanas fue una mártir de la nefasta dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.

María Argentina (Minerva) Mirabal Reyes, nació el 12 de marzo del año 1926, en la comunidad de Ojo de Agua, Salcedo, actualmente provincia Hermanas Mirabal. Allí creció junto a sus otras tres hermanas: Patria, María Teresa y Bélgica (Dedé). Sus padres fueron la señora Mercedes (Chea) Reyes y el señor Enrique Mirabal.

Minerva fue una abogada, activista y férrea defensora de las libertades ciudadanas, una de las primeras mujeres en obtener el título de Doctora en Derecho durante la tiranía trujillista. Ella junto a sus hermanas tomaron la decisión de hacerle frente a la sangrienta dictadura, sin importar el riesgo que corrían de perder lo más valioso que puede tener un ser humano: la vida y la libertad.

Infancia

Desde que era apenas una niña sobresalió por su capacidad intelectual, según algunos historiadores. Ya a la prematura edad de cinco años Minerva contaba con la capacidad de leer y escribir, y para los siete recitaba versos de los clásicos franceses, como Víctor Hugo.

A los 12 años de edad, María Argentina comenzó a asistir al Colegio Inmaculada Concepción de La Vega en la provincia La Vega, junto a sus hermanas Patria y Dedé, donde culminaron sus estudios primarios y secundarios.

Estudios superiores

Minerva siempre se interesó en escribir y leer poesía, especialmente de Pablo Neruda. Por lo que en el año 1946 se graduó en Letras y Filosofía. Años más tarde, en el 1952, pese al desacuerdo de su madre decide ingresar a la facultad de derecho de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde sin importar las trabas impuestas por el gobierno logró obtener el título de doctora en derecho en el año 1957.

Vida amorosa

Mirabal, además de un alto nivel intelectual, contaba con una exuberante belleza natural característica del trópico. Fue flechada por cupido en el 1954 cuando se encontraba de vacaciones en Jarabacoa. Minerva conoció allí a Manuel Aurelio Tavárez Justo (Manolo), que también era estudiante de derecho, y con quien estableció fuertes relaciones que la llevarían al matrimonio.
Procreó dos hijos junto a él: Minerva Josefina (Minou), nacida en noviembre del 1955; y Manuel Enrique, en enero de 1960.

Lucha contra la dictadura

Minerva siempre se mostró en oposición al régimen opresor implantado por Rafael Leónidas Trujillo. Ella, junto a su esposo Manuel Aurelio Tavárez Justo, fueron de los fundadores del movimiento clandestino 14 de Junio, donde se convirtió en una verdadera líder, inyectándole entusiasmo a los adeptos.

Mirabal Reyes, apodada con el nombre de “Mariposa” para mantener oculta su identidad, se destacó por su entusiasmo, carisma y firme militancia antitrujillista, así como por su amor a la libertad, su valentía y su indignación ante la situación imperante.
Todo esto trajo como consecuencia que fuera apresada en 3 ocasiones por el Servicio de Inteligencia Militar (SIM). Incluso llegó a ser testigo de las torturas efectuadas en la terrorífica cárcel secreta “La 40”.

Desaire Imperdonable al Jefe

De acuerdo con datos a los cuales tuvimos acceso, Minerva rechazó en varias ocasiones los intentos de cortejo de Trujillo, lo que pudo haber creado cierto sentimiento de odio hacia la familia Mirabal.

En una entrevista realizada a Dedé Mirabal por el periódico el Nacional en 1997, afirmó que Trujillo nunca le perdonó a Minerva el desaire que esta le hiciera al retirarse sin avisar, y antes que se marchara el dictador, de una fiesta organizada en la Casa Borinquen, de San Cristóbal, a la cual fue invitada la familia Mirabal Reyes, en el año 1949. Antes de su partida Trujillo le habría indagado sobre sus aspiraciones políticas, a lo que Mirabal le respondió de manera cortante que no estaba interesada en la política.

Roberto Cassá aseguran que este fue el génesis de las dificultades con la dictadura.

Fatídico 25 de noviembre

El 25 de noviembre de 1960 el pueblo dominicano se consternó al enterase de que los cuerpos de Minerva junto a dos de sus hermanas Patria y María Teresa, y el conductor Rufino de la Cruz fueron encontrados destrozados en el interior de un jeep al fondo de un barranco conocido como La Cumbre.

Este horroroso y vil asesinaato se le atribuye la autoría intelectual a Rafael Leónidas Trujillo en confabulación con el Servicio de Inteligencia Militar (SIM), quienes interceptaron el vehículo en el que se trasladaban las hermanas en una carretera en la provincia de Salcedo (actual Hermanas Mirabal).

Las Mariposas, como también se les conocía, fueron ahorcadas y luego apaleadas para que, al ser lanzadas dentro del vehículo por un precipicio, se interpretara que habían fallecido en un accidente automovilístico. Entre los implicados en la ejecución se menciona a Ciriaco de la Rosa y el capitán Víctor Peña Rivera. Al momento de morir tenían entre 26 y 36 años, y cinco hijos en total.

Honor a quien honor merece

A pesar de que los homenajes a las denominadas “Mariposas” tardaron en llegar por miedo, hoy Minerva, Patria y María Teresa son un símbolo de la República Dominicana y el mundo.

En el país en honor a ellas hay una provincia con su nombre, les han dedicado un monumento en una céntrica vía de esta ciudad capital y un museo a su nombre.

Con motivo de homenajearlas en 1999 la ONU convirtió el 25 de noviembre en “El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”

En París fue recién develada una placa conmemorativa en honor a las tres mártires.

Nos llena de satisfacción saber que tanto Minerva como sus hermanas han sido, son y serán una digna representación de la mujer dominicana, un ejemplo a seguir para las futuras generaciones.

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