La máster neurocoach y experta en abundancia y dinero, Caroline Diplan, recomienda cumplir las promesas y realizar preguntas poderosas
Los niños son esponjas que absorben todo lo que escuchan y ven. Por lo tanto, la forma en que se les habla sobre el dinero va creando una programación que podría llevarlos de la escasez a la abundancia o viceversa. Así lo plantea la máster neurocoach y experta en abundancia y dinero Caroline Diplan, quien sostiene que las palabras programan y determinan la manera en que se relacionarán con el dinero, los sueños y el fracaso.
Para la autora del libro “100 principios de abundancia: un viaje hacia la riqueza infinita”, frases como “el dinero no alcanza” o “la calle está dura” parecen inofensivas, pero pueden sembrar en los niños una mentalidad de escasez que los acompañará toda la vida.
Diplan, quien está respaldada por AEAPro como coach internacional en 219 países, relató cómo su propia abuela fue la primera “bioprogramadora” de su vida. “Ella me repetía que yo iba a ser una gran mujer”, narra. Según explica, este tipo de mensajes familiares, aunque parezcan anecdóticos o cariñosos, pueden implantarse en el subconsciente y convertirse en profecías autorrealizadas.
Pero no solo las afirmaciones negativas nos afectan. Para Diplan, la clave está en cambiar el vocabulario con el que criamos a los hijos. “En lugar de decir ‘no tengo dinero’, debemos decir ‘en este momento no contamos con esos recursos. ¿Qué crees tú que podrías hacer para conseguirlo?’. Enseñarles a pensar en soluciones y no en limitaciones es una forma de programarlos para la abundancia”, afirma.
Al ejemplificar con el interés de un niño que quiere estudiar fuera, pero cuyos padres no se han planificado para ello, señala que una respuesta ideal es invitarlo a pensar juntos cómo podría hacer realidad ese proyecto de vida, en lugar de decirle que no pueden hacerlo.
“Cuando empecemos a hablar con los niños, si nos damos cuenta, para mantener una conversación tenemos que hacer preguntas en vez de dar respuestas”, asegura la empresaria, quien, a través de su cuenta de Instagram @carolinediplan, comparte recomendaciones para vivir en abundancia.
La coach también sugiere que las madres y padres eviten prometer cosas que no podrán cumplir. “Los niños recuerdan todo. La confianza se construye con responsabilidad”, precisa, al comentar cómo le impactó en su vida que su abuela siempre cumpliera lo que prometía. “Eso me enseñó a confiar en la palabra”.
La especialista en Dinámicas de Alto Impacto, certificada por Firewalk American Institute, cree firmemente que la abundancia no comienza con el dinero, sino con la programación emocional y mental que recibimos desde la infancia. Por eso, la autora del libro “El best seller del dinero: tu destino es la riqueza” insiste en que se debe formar a los hijos con un lenguaje que abra posibilidades, en lugar de cerrarlas. “Los niños no requieren respuestas; precisan de preguntas que los empoderen”.
La experta señala que “aceptamos como verdad lo que nos dijeron de niños y vivimos según ese guión. Pero si cambiamos el lenguaje, podemos reescribir nuestra historia”.
Además, recomienda hacer partícipes a los niños de la planificación financiera familiar, para que puedan entender la importancia de establecer metas financieras a corto, mediano y largo plazo, y estén informados sobre cuáles son las prioridades de la familia.