Este tipo de decoración incentiva a los niños a jugar, aprender y a dormir plácidamente en su zona de confort
Animales, superhéroes, princesas, bomberos, policía, piratas, estrellas de la música o el cine, lobos de mar… Los niños muestran desde pequeños sus preferencias de forma vehemente: quiénes son sus personajes favoritos, qué aventura les gustaría vivir o qué quieren ser de mayores, esa es una de las razones por las que triunfan las habitaciones temáticas.
A partir de los tres o cuatro años de edad, los niños pueden opinar sobre lo que desean para la decoración de su habitación. Hay muchos que manifiestan interés por algún color en concreto e incluso por algún personaje favorito, y es bueno escucharles.
Para los diseñadores de interiores es importante tomar en cuenta las sugerencias de los niños a la hora de redecorar su habitación; esto favorecerá que se encuentren más a gusto en su espacio personal dentro de casa. Incluso, si la habitación es de su agrado, será más fácil que cuide todo lo que hay en ella y la mantenga limpia y ordenada.
Como los infantes siempre están adquiriendo nuevos conocimientos, es bueno dejar fluir la imaginación del niño con temas relacionados con la naturaleza, ya que es un modo de desarrollar aún más su curiosidad. Los expertos recomiendan que en este tema se incluyan los animales.
Normalmente las habitaciones de niños suelen tener camas temáticas con coches, aviones, furgonetas, camiones de bomberos o barcos, mientras la habitaciones de niñas suelen decantarse por castillos y carrozas.
Los colores, las texturas y los distintos materiales suponen un recurso muy recurrente, y suelen condicionar el resto de la decoración, lo que implica que a la hora de decorar el resto del dormitorio habrá que respetar las tonalidades y el estilo de la cama, ambientando paredes y techos con dibujos o vinilos relacionados con la misma.
