Desde que el gobierno del PLD montó aquel aparataje mediático con la detención de las personas que involucraría en la
desacreditada investigación de la estafa Odebrecht, a mucha gente le dio el pálpito de que la administración del presidente Danilo Medina usaría el tema para sacar sus castañas del fuego y perjudicar al PRM.
Así lo demuestra el hecho de que conforme los documentos públicos que se vio obligada a firmar Odebrecht los sobornos por 92 millones de dólares y ganancias ilegítimas por más de 165 millones de dólares se produjeron entre 2001 y 2014, pese a lo cual la investigación no incluye las obras contratadas y construidas en la mayor parte del lapso 2004 en adelante.
Con sacar a Temístocles Montás del expediente buscan excluir también su testimonio de que el PLD recibió dinero de Odebrecht para la campaña del expresidente Leonel Fernández en 2008, y del presidente Medina en 2012 y 2016.
En los infundios del gobierno del PLD en contra de los dirigentes del PRM, Andrés Bautista y Jesús –Chu– Vásquez, no ha sido presentada la menor base que,z evidencie que recibieron un solo dólar de los 92 millones de sobornos, de los US$165 millones de ganancias ilícitas o de los más de 1,600 millones de dólares de sobrevaluaciones que se estima fueron cobrados de las obras construidas por la firma brasileña.
En realidad Andrés y Chu fueron metidos en el bollo Odebrecht por haber sido la cabeza, presidente y secretario general del PRM, partido que es la más seria amenaza que tiene el PLD para ser desplazado del poder en 2020…eso lo sabe la población, y eso también cuenta.
Del descrédito en que ha caído el caso habla el hecho que de los 14 involucrados originalmente, paseados por nuestras calles en alegres caravanas mediáticas, tuvieron que desistir de las acusaciones en contra de ocho que difícilmente recuperen su total presunción de inocencia, dadas las faltas al debido proceso que dejara clara esa no culpabilidad hasta tanto se le probara alguna acusación más allá de toda duda razonable.
Entre los dirigentes perremeístas que usa el gobierno del PLD para dañar la imagen del PRM no hace falta abogar por el ingeniero Roberto Rodríguez, porque simplemente las acusaciones contra él no tienen lugar, pues los hechos que se le pudieran instrumentar estarían fuera del tiempo legal para ser perseguibles, según nuestras leyes.
Los grandes socios políticos de Odebrecht aquí, los que autorizaron y le permitieron operar en el país su Departamento de Operaciones Estructuradas, que era la oficina de mafias, están apostando a que pueden convertir su indagatoria supuestamente judicial en una escaramuza política.
El gobierno del PLD podrá seguir haciendo acribillamientos mediáticos, pero el tiempo corre en su contra, ya la gente sabe lo que hay, y al final la verdad pondrá cada cosa en su lugar. De eso podemos estar seguros, todos.
