Este 174 Aniversario de la Independencia me da con agradecer a Duarte y a Luperón el tener nacionalidad ¡Dominicana! Un territorio de pertenencia por arraigo y derecho. Que de aquí no me quiero ir, en República Dominicana tengo mi lugar sentimental y humano, mucho por hacer, aprender y dar, que aquí quiero envejecer y morir. Pero a la vez tengo miedo de éste, mi país, y siento gran ansiedad por su futuro. Pienso que los grandes problemas nacionales antes que recibir solución se agravan. Necesitamos -sigo pensando- un gran acuerdo nacional para cambiar la política politiquera, clientelar y populista que debilita el Estado, hacia que funcione con continuidad estratégica y capacidad de aplicar las leyes. Ojalá no se nos haga demasiado tarde.

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