La caldera de política preelectoral arde con intensidad en nuestro país. Por el lado de la oposición están los supuestos avances para lograr un publicitado frente que se emplearía a fondo para impedir el continuismo. Por el oficialismo, la dirigencia del PRM asumió como estrategia definir ese posible frente opositor como una tácita admisión de que la reelección del presidente Luis Abinader -finalmente ya oficial desde el domingo-, se impondría y puede prosperar. Es un panorama penoso por la ausencia de ofertas verdaderamente orientadoras y programáticas de cara al electorado. De ningún lado escucho una propuesta de real valor para el país. Activismo al vapor y vacío, simplemente.

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