Aunque surgen otras opciones, como Canadá, Estados Unidos sigue siendo nuestra principal meta migratoria. Pero a ese respecto debemos estar conscientes de que el país actual es muy diferente al concebido tradicionalmente, con gran facilidad de ascenso social, donde progresar requería solo un pequeño esfuerzo (la idea del llamado “sueño americano”), proceso que inició en los años 70. Ahora, a un americano nacido pobre le es sumamente difícil superarla. Paralelamente, el país experimenta lo que llaman “la nueva pobreza de Estados Unidos”: pobres y gente sin hogar en proporciones jamás vistas, incluida gente con trabajo, pero que no pueden costear una vivienda y viven en sus vehículos.