Como de costumbre, ponemos el candado después del robo y tras el fatídico accidente en Higüey de un autobús que transportaba 51 visitantes de Suramérica (3 de ellos muertos y 24 todavía hospitalizados), tenemos que nuestras autoridades anuncian “controles” en cuanto a la transportación turística. Se apresuraron además a intervenir el área de la autopista donde sucedió, para corregir cuestiones contra la seguridad vial. Así somos, pero también hay que decir, objetivamente, que la humanidad prospera en el dolor. Experiencias trágicas fomentan conocimiento, medidas para no sufrirlas de nuevo, históricamente. En estos casos, queda establecer causas, castigar judicialmente a responsables directos; apoyo, reparación a víctimas, e imponerse la política estatal necesaria para prevenirlos al máximo. Que así sea.

Posted in Buen Oficio

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas