La Justicia dominicana, muchas veces criticada con sobradas razones por su inconsistencia y falta de coherencia en algunos procesos, acaba de sentar un precedente que debiera servir como elemento preventivo o disuasorio para aquellos que se sientan inclinados a abusar de menores de edad. La sentencia al pelotero Wander Franco por haber tenido relaciones con una jovencita de 14 años, y de 10 años a su madre, que lo permitió por obtener beneficios económicos, es una contundente señal de condena a esos desvaríos. Es una pena por el revés que significa para Franco, que fue uno de los mejores prospectos del béisbol de Grandes Ligas. ¿Qué sigue para su carrera?