Delito contra la propiedad -robo, asalto y estafa o fraude- reemplazó a partir del siglo 18 el crimen de sangre como principal problema criminológico de la sociedad contemporánea. Entonces comienzan a desarrollarse la idea moderna de delincuencia y la de prevención del delito. Actualmente, así como debemos cuidarnos de la delincuencia tradicional, tenemos que cuidarnos de los ladrones y estafadores que anidan en el ciberespacio. El triste caso del malogrado joven Frederick Pérez es fuerte ejemplo. Como ya sabemos, robarle fue lo que estuvo detrás de su horrible homicidio. El truco fue una “cita” vía Internet. Parte de la época y perfectamente legítimo buscar ligas online. Desafortunadamente la delincuencia se ha volcado a conseguir lo suyo también.

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