“Más activa de lo habitual, pero no tan extrema como el año anterior, un escenario propicio, pero no tan explosivo como 2024”. Es el perfil que tiene la temporada ciclónica 2025, iniciada ayer, según Ignasi Vallès Casanova, del Instituto Español de Oceanografía. Esto es en base a que el factor clave para formación de huracanes es la temperatura marina superficial, que está por encima del promedio este año, aunque sin alcanzar los niveles récord de ambos años anteriores, periodos anómalos. Pero, adicionalmente, dice, hay que ver si el Pacífico ecuatorial viene frío (La Niña, favorable a huracanes en el Atlántico) o cálido (El Niño, desfavorable). Por esto último roguemos.