Las historias de los ciclones Irma y María no fueron iguales, pero similares. El ojo pasó a más de 100 kilómetros al noreste y apenas se sintieron en el sur. El problema, no tanto los vientos sino las lluvias concomitantes y el noreste se llevó de nuevo la peor parte. Una zona con suelos saturados y resentida tras “Irma” queda en estado de calamidad por las lluvias de “María”. Escapamos afortunadamente del impacto directo de dos huracanes en quince días, no somos territorio de desastre como otras islas vecinas pero con los daños en el norte no estamos en normalidad. Retomamos hoy la cotidianidad nacional pero es momento de solidaridad y unidad. Ojalá los caribeños tengamos un respiro ciclónico el resto de temporada.

Posted in Buen Oficio

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas