Ponemos el bolsillo donde está nuestro corazón, es decir, gastamos según preferencias y emociones. Así también el tiempo, lo administramos en función del carácter. Buenos administradores del tiempo son las personas puntuales o las que en reuniones se centran rápidamente en el tema. En contrario están las que no, que son también las que hacen perder el tiempo a otros. En defensa, que el tiempo es oro, vale reconocer ciertos perfiles: Gente que llega tarde a todas partes siempre; personas dadas a que todos centren su atención en ellas; las reiterativas –aquellas que insisten en aspectos ya comentados-; las que cuando escuchan sólo prestan atención a lo que les preocupa; las sin medida ni del tiempo ni el espacio personal ajeno. ¡Zafa!

Posted in Buen Oficio

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas