Qué raro que el canciller Roberto Álvarez haya dicho que hay cierto “cansancio” de la comunidad internacional con relación a la intervención de ayudas para Haití. Extraño porque recientemente el embajador de Alemania en el país, Volker Pellet, recibió muchas críticas por afirmar que hay voluntad internacional para ayudar a Haití, pero que la falta de resultados genera “cansancio”. Quizá no sea el mejor término para describir el comportamiento de la comunidad internacional con Haití. Más que cansancio, y ese debe tenerlo claro el canciller, lo que hay es apatía, descuido, indiferencia y hasta complicidad. Nuestro canciller debiera elevarle algo a su tono, o si no siente ganas que simplemente coincida con el tono vigoroso en los reclamos que hace el presidente Abinader a esa misma “comunidad internacional”.