Caminar hacia adelante mirando hacia atrás es más común de lo que sabemos, las rutinas y tradiciones nos arrastran mientras permanecemos anclados a viejos patrones y maneras de pensar obsoletas. Ni hablar de esos hábitos que como una mecedora repetimos pero ya no pueden llevarnos a ninguna parte. En Génesis 19:26 encontramos una mujer de mirada independiente y corazón estancado. La mujer de Lot venía de vivir la decadencia misma de su mundo, ella era tan próspera allí que confundió prosperidad con bendición, y mientras su ciudad se quemaba en las llamas de la maldición su corazón ardía tras el anhelo de lo que dejaba. La instrucción divina fue muy puntual, “no puedes mirar atrás”. Si definitivamente lo bueno es enemigo de lo mejor, entonces es hora de avanzar.

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