No hace mucho, el famoso Karim Abu Naba’a dio una demostración –vía las redes- de cómo volarse el peaje, cruzarlo sin pagar. Aunque se trataba de una violación a las normas, lo compartía como una expresión de audacia. También podríamos considerarla como una incitación al delito. Sus excentricidades, propias de un hijo de ricos terrible, van por una pendiente peligrosa. No bastan los juegos de la pasada campaña electoral. Ahora se desliza en helicóptero propio en cualquier base del play. Pasó el domingo en Santiago. Se comprometió con Chilote Llenas a llevar un grupo de “artistas” que actuarían en el estadio Cibao y descendió con tres mujeres y una perrita… Demasiado burla para jugar.

Posted in Dan de qué hablar

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas