No hay desdén ni es peyorativo si decimos que el movimiento feminista dominicano actúa con despecho cuando advierte al presidente Abinader del costo político que le puede acarrear si reniega de la inclusión en el Código Penal de tres causales para la interrupción del embarazo. No es despreciativo tampoco ese nombre porque por definición despecho es el “resentimiento o disgusto que siente una persona debido a un desengaño o a una ofensa y que la impulsa a obrar vengativamente”. Fueron más lejos las feministas durante una marcha el sábado, al denunciar la actitud de “genuflexión” y “complicidad” del Gobierno ante el conservadurismo. Así las cosas, a Abinader que cuele con ellas su café claro porque están de moda las embestidas de mujeres que se sienten traicionadas y estas no facturan, votan.

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