Mientras el presidente Luis Abinader hizo todo lo necesario para designar una procuradora general independiente, explota la bomba en la fiscalía del Distrito. A Rosalba Ramos, designada por el Consejo del Ministerio Público por cuatro años, después de ganar un concurso, le quedan dos años, Y denuncia que la presionan desde el gobierno del PRM para que renuncie. Habló de una campaña en su contra y amenaza de enviarle auditores a su despacho. Han averiguado hasta si el servicio de su casa está en la nómina de la Fiscalía. Aunque desliga de la acción a sus superioras, sugiere que la cosa viene del gobierno. Una nota que choca con la política formalmente anunciada.