Gente de las redes sociales que no dan ni dicen donde hay y “expertos” desde perfumadas oficinas, han salido al paso a los RD$1,500 que entregará el Gobierno a un millón de personas pobres. La crítica consiste en que de esa manera no se combate la pobreza y que se reproduce un círculo nada virtuoso de acostumbrar a los más pobres a sentarse a esperar que les den. Es que las grandes masas han sido acostumbradas al “dao”, a la dádiva, mentalidad difícil de cambiar porque hasta los que reniegan la práctica, dizque por degradante, no se resisten, por lo que la modalidad, en vez de disminuir, se acrecienta. Dicen los “teóricos” que se aprovechan así de la gente y de sus necesidades, para controlar y gobernar.