Todos los actos de gobierno son de interés ciudadano. Los del Presidente, como principal expresión del poder, concitan mucho más atención y son objeto de toda clase de interpretación. Se analizan las aristas y surgen los porqués de los mismos. Y a mayor trascendencia de las decisiones, mayores las conjeturas. El último acto, en la víspera de la rendición de cuentas ante las cámaras legislativas, la destitución del ministro de Salud Plutarco Arias, cae en esa categoría. ¿Qué determinó su destitución? Algunos lo asocian a la fallida compra de las jeringuillas y otros simplemente a su desempeño. La realidad objetiva es que motivos suficientes habría tenido el mandatario Luis Abinader para cancelarlo fulminantemente…

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