Desde el ministerio de Interior y Policía salen medidas difíciles de digerir, algunas que chocan hasta con el sentido común, como lo es la denuncia del gestor cultural Roldán Mármol de que para las tradicionales manifestaciones de gagá que se celebran para esta época en algunas provincias, fue prohibida la participación de haitianos y el consumo de bebidas alcohólicas. ¿Gagá sin haitianos? Qué incultura. Y sin aguardiente. Le habría faltado también prohibir el “jututo” para preservar el bambú. ¿A qué viene esta caprichosa ola de prohibir y limitar derechos ciudadanos? Si Roldán Mármol no lo hubiera asegurado y presentado pruebas, habría resistencia a creer tamaño disparate de parte de una autoridad que agrede nuestras tradiciones y cultura, con la peligrosidad de que reivindica y potencia tendencias autoritarias.