República Dominicana, conocida por su capacidad de adaptación y crecimiento, ha mostrado una fortaleza indiscutible en sus principales generadores de divisas. En los primeros meses de 2024, las remesas, exportaciones de zonas francas, turismo e inversión extranjera directa han mantenido un ritmo positivo, que consolida la estabilidad económica del país.
Las remesas, pilar fundamental, alcanzaron US$4,382.3 millones entre enero y mayo, lo que marca un incremento del 6.0% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este crecimiento constante no solo resalta el compromiso de la diáspora dominicana, sino también su confianza en el futuro de la nación.
El sector de zonas francas no se queda atrás. En el primer semestre de 2024 creció 5.9%, lo que refleja una expansión sólida. Sus exportaciones alcanzaron US$4,258.46 millones entre enero y junio, que supera los US$3,987.92 millones del mismo periodo en 2023; reflejo de la capacidad innovadora de las industrias locales.
La inversión extranjera directa también ha mostrado un desempeño notable. En 2023, alcanzó un récord de US$4,390 millones, y se espera que en 2024 llegue a los US$4,500 millones. Este crecimiento del 7% es una clara señal de que República Dominicana es un destino atractivo para los inversionistas externos, por el entorno favorable y prometedor que ofrece nuestro país para sus capitales.
El turismo, otro eje esencial, se expandió un 8.7% en el primer semestre de 2024. La llegada de 4,475,133 visitantes de distintas nacionalidades por vía aérea no solo inyecta vitalidad a la economía, también subraya el atractivo continuo del destino turístico local de primer orden. Hoteles, bares y restaurantes se benefician de este flujo constante, lo que reafirma la importancia de mantener e impulsar la denominada “industria sin chimeneas”.
La estabilidad cambiaria y el incremento de las reservas internacionales, que superan los US$15,200 millones, equivalentes a más del 12% del PIB, son reflejos directos de este dinamismo económico. Estas cifras no solo cumplen, sino que superan las métricas recomendadas por el Fondo Monetario Internacional, asegurando un colchón robusto para nuestra economía.
Estas señales positivas demuestran que República Dominicana sigue en una senda de crecimiento sostenido y diversificado, con una posición firme en el escenario económico internacional. Resta continuar trabajando para que así se mantenga.
