Exactamente a 13 días de los comicios municipales, tomamos prestado el título de este editorial a una reciente publicación de la Junta Central Electoral (JCE) en la que da cuenta del riguroso cumplimiento del cronograma electoral y de los plazos a los que le obliga la ley que rige estos procesos.
Nos consta, por las informaciones que periódicamente sirve el órgano que se encarga de organizar y administrar, que se camina sin sobresaltos, primero de cara a las votaciones municipales pautadas para el día 18, y las congresuales y presidenciales del tercer domingo de mayo.
Por eso quizá no se exagere aunque parezca y suene mucho a cliché decir que, aparentemente, se va “viento en popa”, sin que se observen obstáculos de importancia.
Si bien ha habido algunos reparos de ciertos partidos políticos, la JCE debe asumirlos, y con ella la ciudadanía, como el derecho que les asiste a velar para que sus intereses estén plenamente garantizados. En ningún caso, porque sería un sinsentido, tomarlos como que exista el ánimo o trasfondo de ilegitimar y torpedear al órgano electoral.
A esta hora con las casetas, urnas y equipos informáticos que se clonaron ya distribuidos y con los materiales del kit electoral (boletas, padrón, actas de votación, sellos, bolígrafos y demás) en línea de producción para su entrega a más tardar cinco días antes, se puede asegurar que se ha ingresado a una ruta crítica, a un punto sin retorno en el que la única apuesta posible es a que todo saldrá bien sin la asechanza de ninguno de los aterradores fantasmas de febrero del 2020.
Corresponderá a la clase política, a sus partidos, movimientos y candidatos aportar su cuota de responsabilidad para que la jornada sea coronada exitosamente. No albergamos ninguna duda de su actuación, pese a que en ocasiones den a entender que está en juego hasta el aire que respiran.
En definitiva, y como comenzamos con el crédito a la JCE por el título de este escrito, finalizamos con una afirmación de su presidente Román Jáquez Liranzo, que citamos: “Pueden dormir tranquilos, pero levantarse temprano a votar”, eso con la previa alusión a la garantía de que el día 18 habrá una elección de calidad, transparente y justa.
Confiamos en que así será.
