En el reporte del Comité Nacional de Emergencias (COE) con los resultados finales de la primera fase de operativo “Conciencia por la Vida Navidad y Año Nuevo”, correspondiente a Nochebuena y Navidad, se repiten dos realidades por las que año tras año la sociedad se rasga las vestiduras sin que nadie con poder de decisión se dé por enterado.
Se trata de las motocicletas involucradas en la mayor cantidad de accidentes viales y de muertes en carreteras, y el número de menores intoxicados con bebidas alcohólicas.
Esta vez de un total de 195 accidentes viales, en 92 estuvieron implicadas motocicletas, igual al 73.6 %, porcentaje similar en cuanto a fallecidos. De 19 muertos reportados en ese lapso, 14 eran motoristas, es decir un 73%.
Otro lamento eternamente repetido y que pese a sus graves implicaciones sociales y familiares solo alcanza para una acción circunscrita al momento, es la cantidad de menores intoxicados con bebidas alcohólicas.
El tercer reporte del COE menciona que 14 de ellos, con edades entre los 5 y 17 años, se intoxicaron por la ingesta de alcohol, y el caso es que los padres pueden ser ubicados fácilmente porque la cifra se extrae de reportes del Servicio Nacional de Salud.
Seguramente la intoxicación de estos menores desatará quejas y denuncias en cantidades industriales, quizás algún departamento del Ministerio Público se activará y prometerá actuar, pero al paso de los días el tema será olvidado para resurgir más adelante.
No se puede continuar así. Estos informes deberían generar acciones concretas de los organismos sanitarios y legales.
Las autoridades no están solo para dar cifras trágicas en colisiones viales ni para deplorar que los menores se emborrachen.
De una vez y por todas debiera existir más control, identificar y regularizar el parque de motocicletas, que aportan entre 67% y el 70% para que República Dominicana figure en primer lugar en víctimas fatales en el mundo por cada 100 mil habitantes, a lo que debe agregarse su implicación en hechos delictivos.
Habría que actuar ahora, cuando el operativo por Nochebuena y Navidad del COE nos dice que nada cambia en cuanto a accidentes y muertes en motocicletas, como tampoco en la ingesta de alcohol por menores, en lugar de lamentar y que para Año Nuevo solo haya que modificar las cifras de este editorial.
