EL 22 DE FEBRERO, dos días antes de invadir Ucrania, Vladimir Putin había recibido de la Duma rusa (Cámara Alta del Parlamento) autorización para utilizar sus fuerzas armadas en territorio extranjero.

Era lo que faltaba, lo que fue antecedido del reconocimiento como territorios independientes de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, con lo que Putin incumplía los llamados acuerdos de 2014-2015 en Minsk, capital de Bielorrusia.

No hay que ser muy avezado en el análisis de la cuestión internacional para notar que el objetivo esencial de la invasión, junto a que se reconozca a Crimea como territorio ruso y se desincentive la pretensión de Ucrania de ingresar a la OTAN, es hacer con esas dos regiones, conocidas como el Donbás, algo similar a lo de Crimea. Incluso, en medio de la ofensiva militar ya se pide la realización de un referéndum para formalizar la “incorporación”.

Lo otro que llega aparejado en pos de ese objetivo, es destruir la infraestructura militar de aire, mar y tierra, su capacidad nuclear y dejarle el territorio y su economía hechos un cascarón.

Mientras esto sucede, algunos países que juegan a la guerra ensalzan la “resistencia” y hasta pontifican que se haya frenado o hecho retroceder la invasión, cuando lo más probable sea que se esté cumpliendo la estrategia para una guerra que en el terreno militar no ganaría Ucrania, por lo que era fundamental, desde el primer día, evitar que el conflicto escalara.

Ya hemos visto suficiente. Más de 3.7 millones de refugiados y se estima que más de diez millones han tenido que abandonar sus hogares, y con repercusión, como onda expansiva, en la economía global.

Se dice que es más difícil terminar una guerra que comenzarla, pero suscribimos lo que dijo el papa Francisco luego del Ángelus dominical en la plaza de San Pedro: “Ante la barbarie de la matanza de niños, inocentes y civiles indefensos, no hay razones estratégicas que valgan: lo único que hay que hacer es poner fin a la inaceptable agresión armada, antes de que reduzca las ciudades a cementerios”.

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