¡Cuánta liviandad!

Resulta más que desconcertante y frustratoria la actitud de los profesores del distrito escolar de Barahona, de burlarse del compromiso suscrito por su gremio y el ministerio de Educación de intentar recuperar las pérdidas del año escolar a consecuenc

Resulta más que desconcertante y frustratoria la actitud de los profesores del distrito escolar de Barahona, de burlarse del compromiso suscrito por su gremio y el ministerio de Educación de intentar recuperar las pérdidas del año escolar a consecuencia de sus extendidos períodos de huelga. El acuerdo era que impartieran docencia ayer y hoy. Pero prefirieron irse de vacaciones de Semana Santa. Así, como si nada.

Es la reafirmación de una tendencia a la liviandad que se observa en algunos sectores, de desentenderse de sus responsabilidades, y mediante arrebatos, llevarse todo de encuentro. Es en ese temperamento que un líder gremial profesional ante la sentencia contra la filial de la ADP en Barahona invitó a irse a una huelga total de maestros y médicos.

La realidad es que los profesores debían ser más considerados, porque han sido favorecidos con mejorías consistentes desde 2013, cuando empezó a asignarse el 4% del PIB a la educación. Desde entonces no han parado de presionar, desde una posición por momentos excesiva y desconsiderada.

Si miraran hacia atrás con espíritu crítico, aunque fuese momentáneamente, descubrirían que en el año 2012, un docente de Educación Básica devengaba un salario total (sueldo base más incentivos) de RD$26,259; en 2013 pasó a RD$32,847; en 2014 fue de RD$35,633; en 2015 a RD$39,909 y desde enero de 2016, con un ajuste de 10%, se situaron en RD$43,900. Es decir, en menos de cuatro años los educadores públicos recibieron aumentos salariales por encima de un 67%.

Pero no están conformes. Este año sufrimos las tensiones a que fue sometido el año escolar, apenas a unos meses de la finalización del mismo. Y los profesores de Barahona y San Juan de la Maguana se dieron el lujo de llevar sus demandas particulares al extremo, con lo que afectaron gravemente el desarrollo del programa.

Y ahora, cuando se les pide que aprovechen dos días de esta Semana Santa, se burlan. Pese a que inicialmente aceptaron la idea. Ayer ni siquiera se presentaron a las aulas.

Avergüenza esta liviandad, un sector tan apoyado por la sociedad dominicana, que ahora se siente traicionada.

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