El ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales Ángel Estévez le abrió un frente nuevo al presidente de la República con su autorización para levantar una infraestructura enorme en el área protegida a Guaraguao-Punta Catuano, en Bayahíbe, para la construcción de un hotel de 300 habitaciones por el Grupo Globalia.
No es la primera ocasión en que el ministro Estévez se ve envuelto en decisiones que van más allá de las prerrogativas y que de acuerdo con los ambientalistas violan la Constitución, la Ley General de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Ley Sectorial de Áreas Protegidas, y reglamentos del Ministerio. No hace demasiado que fue cuestionado por autorizaciones para explotaciones agrícolas en áreas protegidas de la cordillera Central.

El presidente Danilo Medina, perceptivo de la situación, que se viene debatiendo desde hace meses, el martes dispuso la suspensión de los trabajos que ya habían iniciado en un área de más de 300 mil metros cuadrados. El momento resulta sensible para que un caso como ese devenga en centro de atención. Es decir, que es una medida política.

Pero un caso como ese no debe quedarse en la mera suspensión de los trabajos. Hay demasiadas implicaciones, como la autorización del Ministerio de Medio Ambiente para el inicio de obras, pese a que la junta distrital de Bayahíbe ni siquiera conoció el caso, de modo que al margen de que las obras se ejecuten en un parque, se desconoció la competencia municipal sobre el territorio.

Los ambientalistas denunciaron que varios técnicos de Medio Ambiente pusieron reparos a la autorización. Su recompensa fue la cancelación, según esa versión. Eso debe ser investigado.

El presidente Medina designó una comisión para realizar un levantamiento técnico de los límites del Parque Nacional Cotubanamá (antiguo Parque Nacional del Este) para establecer los límites de cada área protegida y así determinar el uso de suelos. Entre los comisiones está el ministro Ángel Estévez. Pero los ambientalistas cuestionan su participación. Tiene sentido.

La suspensión de los trabajos, hasta que haya un levantamiento técnico, no es suficiente. Debe investigarse cómo se decidió la autorización para el inicio de la obra. Debe irse más lejos.

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