El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Procuraduría General de la República han anunciado que tienen abiertas sendas investigaciones en relación al lanzamiento de heces fecales y aguas negras en un río y un parque ecológico de Santiago.
En cualquiera de los dos lugares que según las denuncias han sido utilizados para verter ese tipo de desperdicio, mal oliente y contaminante, la acción denunciada es un crimen ecológico.
Las investigaciones deben de comprobar la veracidad y probar la culpabilidad, terminar en sanciones ejemplarizadoras.
La denuncia original señala que un camión de una empresa que se dedica a limpiar pozos sépticos y trampas de grasas habría lanzado todos los desechos colectados en el río Jacagua, de la provincia Santiago.
Ayer la Procuraduría General de la República anunció que luego de iniciar los interrogatorios correspondientes, incluyendo a personal de la empresa señalada como responsable del vertido, ha solicitado un informe técnico sobre el caso al Ministerio de Medio Ambiente, dependencia que también lleva su propia investigación sobre ese y otro caso similar dado a conocer en la fecha y que surgió como consecuencia de la primera indagatoria.
Si investigando a una empresa por lanzar heces fecales al río Jacagua surgen elementos que incriminan a otras dos compañías que estarían realizando acciones similares, pero en el ecoparque Rafey, entonces hay que extender las pesquisas, no solo en Santiago, sino en otras ciudades que tienen ríos y zonas ecológicas cercanas. En total son tres las empresas las que estarían en esa práctica solo en Santiago, ciudad en la que a su paso el rio Yaque, uno de los principales afluentes del país, ha sido contaminado por la población. Ahora su rescate cuesta un volumen de recursos que hace difícil su recuperación.
Las autoridades vinculadas no pueden adoptar una postura permisiva ante acciones de delito ambiental como la denunciada en el caso del río Jacagua, documentada con fotos y videos.
Hay que impedir que personas y empresas indolentes sigan matando, contaminando, depredando el medio ambiente, los recursos naturales que todavía sobreviven a brutales agresiones.
La Procuraduría General de la República y el Ministerio de Medio Ambiente tienen un compromiso ineludible con la defensa de la ecología. Que actúen sin temor ni favor.
