A los gobiernos nuevos hay que aplaudirlos, aunque se equivoquen. Lo contrario parece ser navegar a contracorriente. Pero hay hechos y situaciones que no puedan pasar como si nada hubiese ocurrido.

La decisión del Gabinete de Políticas Sociales de contratar en forma directa, sin concurso, a 70 artistas, para la realización de conciertos en el período navideño, ameritó un comentario el pasado 18 de este mes.

Entonces nos alarmábamos con la suma involucrada, cien millones de pesos, sin llenar los rigores establecidos en la ley 340 de compras y contrataciones, por lo que la Dirección General de Contrataciones Públicas (DGCP) recomendó que los contratos fuesen rescindidos y que se sometiera al cumplimiento de la normativa.

Pero resulta aún más incomprensible la decisión de simplemente regalar el dinero a un grupo de artistas que no se sabe con calidad si todos requieren asistencia del Estado. Más bien conocemos de algunos que han trabajado duramente y poseen bienes apreciables.
Como los artistas, quizás otros gremios requieran ayudas generosas como esa, siempre que sean llenados los procedimientos previstos en las leyes.

Lo que más irrita es que un funcionario agrave el caso, simplemente decidiendo, por sí mismo, regalar cien millones de pesos porque sí.

Hay que suponer, que en medio del debate desatado, la decisión final debió ser consultada con alguna instancia, que finalmente autorizara simple y llanamente dejarlo así.
Lo ocurrido sugiere a quienes tienen a cargo manejar los recursos del Estado, bienes colectivos, de la sociedad, que deben guardar las formas establecidas en las leyes, y tambiénlos más elementales procedimientos de la sana administración.

Como adelantábamos al principio, nadie quisiera criticar nada a las nuevas autoridades, tan empeñadas en hacer las cosas bien, en medio de una crisis desatada por la pandemia, pero hay hechos que en forma alguna se pueden aceptar como si no pasara nada.
Simplemente decir: es deplorable. Y pensar que José Francisco Peña Guaba (Tony) está lleno de la mejor buena fe. Pero hay que gobernar bien.

 

Posted in Editorial

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas