El papa León XIV ofreció un mensaje a los medios de comunicación: “Solo las personas informadas pueden tomar decisiones libres”.
El sumo pontífice, que a menos de una semana de haber sido elegido sucesor de Francisco, convocó a los periodistas y medios (más de 1,700), y transmitió su visión sobre el papel y la misión de la prensa: informar con la verdad, y evitar “la guerra de palabras e imágenes”.
Es un parecer que no dista mucho del de su antecesor, inclusive cuando utiliza expresiones empleadas por Francisco en su última misa el Domingo de Resurrección al criticar el “rearme”.
“Desarmemos las palabras y ayudaremos a desarmar el mundo”, dijo León XIV a los medios, a los que exhortó a elegir consciente y valientemente “el camino de la comunicación a favor de la paz”.
Esta conversación fue horizontal, cercana, terrenal, y en ella expresó su reconocimiento y la solidaridad de la Iglesia para los periodistas encarcelados en el cumplimiento de su trabajo, que acompañó con un llamado a que se salvaguarde la libertad de expresión y de prensa.
Muy actualizado con estos tiempos, el papa sintonizó con el desarrollo tecnológico, reclamó un uso responsable de la Inteligencia Artificial, a la que asigna un inmenso potencial que requiere responsabilidad y discernimiento, para que se utilice en beneficio de toda la humanidad. “Esta responsabilidad concierne a cada persona en proporción a su edad y rol en la sociedad”, indicó.
Lo mismo que Francisco, León XIV pide, no solo a los medios de comunicación, sino a todas las personas, que rechacen las formas de comunicación que incluyen resentimientos, odios otros sentimientos negativos, pues los considera formas de agresión.
“Hoy, uno de los desafíos más importantes es promover una comunicación que nos saque de la “Torre de Babel” en la que a veces nos encontramos, de la confusión de lenguajes sin amor, a menudo ideológicos o partidistas (…)“, sostuvo el sumo pontífice desde Roma.
Ahora, cuando las noticias circulan a velocidades infinitesimales junto con las informaciones falsas, este llamado León XIV, por su trascendencia, toca la conciencia individual de las personas pero también se dirige a la sociedad en su conjunto.
Esperemos, sinceramente, que este llamado del nuevo papa a pocos días de su elección ayude a la comprensión del misterio de nuestra humanidad, y que ese deseo de amor y paz se multiplique en el mundo.