Hoy conmemoramos los 206 años del nacimiento del padre de la República Dominicana, Juan Pablo Duarte. Es un magnífico día para reafirmar los valores del buen vivir, de la importancia de cumplir con las leyes, con los deberes que mandan las normas de ciudadanía decente.

Es bueno recordar cómo Duarte sacrificó su vida por los dominicanos. Totalmente dedicado a la construcción de una nación libre de toda dominación extranjera, donde impere la justicia, funcionen las instituciones y los gobernantes respeten la Constitución, y cumplan a cabalidad las obligaciones puestas por los ciudadanos en sus manos.

Duarte nació en un hogar que para esos tiempos podía considerarse de clase alta. Recibió la mejor educación posible en lo que era la parte Este de la isla de Santo Domingo, la cual se solidificó en su contacto con el mundo exterior. Pese a ello, llevó una vida sencilla, de entrega, tanto, que terminó en medio de la pobreza más crítica, refugiado en el extranjero, en la gran nación de Bolívar, Venezuela, que le dio acogida.

En cada acto de su existencia siempre hizo las cosas con pulcritud, dignidad, decoro y absoluta honestidad. Ese informe que presentó a la Junta Gubernativa después de la misión encomendada en la provincia de Azua, durante la guerra de resistencia contra Haití, mediante el cual devolvía más del 80% de los valores entregados, retrata su apego al servicio público y su honradez.

Es oportuno recordar su visión sobre la convivencia pacífica entre los pueblos y el respeto a la libre determinación de las naciones. Conmemorar el día de Duarte es honrarlo en sus nobles ideales.

Felicidades, Estrellas

Las Estrellas Orientales dejaron en el pasado una historia de infortunios al coronarse Campeones del Torneo de Béisbol Profesional 2018-2019, después de 51 años sin levantar el cetro de campeones.

Los jugadores y su dirigente Fernando Tatis II, lideraron el acontecimiento, empujados por un grupo fundamental en la estructuración del equipo triunfador, encabezado por su presidente, José Manuel Mallén Santos, y su hijo, José Mallén Calac. Junto a Tatis II, elevaron al equipo a la altura de las estrellas.

Felicitaciones, persuadidos de que pondrán todo el empeño mantener en alto la bandera tricolor en la Serie del Caribe.
Felicitaciones.

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