El presidente del CMD, Senén Caba, junto a otros integrantes del gremio que agrupa a los galenos. Félix de la Cruz
El presidente del CMD, Senén Caba, junto a otros integrantes del gremio que agrupa a los galenos. Félix de la Cruz
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En palabras del presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), depende del presidente Abinader que ese gremio desista de paralizar las atenciones sanitarias y retorne a la mesa del diálogo.

En ese llamado directo al presidente avistamos una distorsión, que quizá tendría su origen en el ventajoso pacto para el magisterio que patrocinó personalmente el primer mandatario.

Que el acuerdo Asociación Dominicana de Profesores-Ministerio de Educación se concretara en el Palacio Nacional estaría incidiendo en la negativa del CMD a volver al diálogo, al tiempo que ignora los llamados de distintos sectores, como el Ministerio de Salud, la Silsaril, el CNSS y hasta de la Adars.

Fue sintomático que a la par con lo pactado por ADP-Minerd el primer vicepresidente del CMD, doctor José Justo Nicasio, dijera que si el Gobierno no saca la cartera y resuelve las demandas de los médicos, habría paro en clínicas y hospitales. “Estamos esperando una llamada de la Presidencia de la República para llegar a acuerdos auténticos”, dijo esa vez Nicasio.

Es tanta la desconfianza de la Junta Directiva del CMD y de las Sociedades Médicas Especializadas, que condicionan la posibilidad de retornar al diálogo a que, de antemano, las autoridades les planteen “soluciones concretas y tangibles”.

Sin menospreciar anticipadamente las reivindicaciones de estos gremios, nos permitimos sugerirles que no abandonen los escenarios naturales donde se pueden atender sus demandas y que, incluso por encima de sus naturales intereses, coloquen en primer lugar la salud de la población.

Consideramos que su lucha despertaría mayor interés en la ciudadanía si se enfocara el reclamo en el afiliado.

Nadie podría cuestionar ni dudar de la justeza de su lucha, si el interés del que necesita servicios de salud se pone en primer lugar. Si priorizaran mayor cobertura del PDSS, incluir la salud mental en las coberturas, que los seguros abarquen nuevos medicamentos, atención a domicilio a envejecientes y discapacitados, ¿quién se opondría?

Ante la reiteración del paro en hospitales y clínicas para jueves y viernes, pedimos cordura, paciencia, prudencia y no usar a los pacientes para presionar al Gobierno, porque para la sociedad resulta inconcebible que demandas gremiales afecten algo sagrado como la salud que, en el caso de los hospitales públicos, es la de los más vulnerables.

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