Como van las cosas, no se podrá alcanzar la nueva meta fijada por las autoridades para las personas con tres dosis de las vacunas anticovid, que serían las únicas autorizadas para ingresar a establecimientos públicos o privados y acceder al transporte público.
Se prevé una segunda prórroga o que las circunstancias obliguen a transitar otro camino, pues ayer, a dos semanas de la fecha fijada para la vigencia de la resolución que hace obligatoria esa tercera dosis o en su defecto una prueba PCR negativa, faltaban 3 millones 737 mil 055 personas por la tercera inyección.
Aun más: de los vacunados por primera vez, 1 millón 191 mil 372 no se han presentado a los puntos de inoculación por la segunda dosis.
Quizá haya llegado el momento, en coincidencia con la casi superación de la quinta ola, de replantearse el esquema general de vacunación y derogar la obligatoriedad y potenciar la responsabilidad individual.
Esto así porque mientras por un lado se presiona y se amenaza, de otro los ciudadanos viven casi normalmente, con lugares públicos abarrotados, eventos multitudinarios y muy pocos cumplen con los protocolos.
Talvez ayuden más las campañas preventivas, educativas y de concienciación mientras se avanza con la inoculación, y se incorpora la exhortación y motivación a los padres o tutores para garantizar así la vacunación de los niños de entre 5 y 11 años.
Las autoridades debieran contemplar esa posibilidad, emprender una ruta diferente porque no se puede alcanzar la meta de vacunar a 3.7 millones en 14 días, a razón de 267 mil por día.
Sería autoengañarse pretenderlo, o simular que existe la determinación de llegar hasta el final con una resolución que los hechos demuestran que no fue pensada a partir del ritmo histórico de vacunación.
Es probable que la resolución No. 000069, que establecía a partir del 31 de enero un nuevo esquema de tercera dosis en mayores de 18 años, estuviera bien inspirada, pero como no se pudo cumplir con el primer plazo, tampoco se logrará con la prórroga.
Por tanto, manos a la obra. Se impone reorientar la marcha.