PLD-NY convoca Asamblea General para el 1ro de noviembre
PLD-NY convoca Asamblea General para el 1ro de noviembre

Si nos dejáramos llevar por la rebatiña sin límites entre políticos, sus malquerencias, recriminaciones y descalificaciones hasta personales, y más en períodos de campaña electoral, cuando no se ponen de acuerdo en nada y se dividen de forma tal que no hay un término medio ni espacio para el disenso, pasaría inadvertido que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) cumple hoy 50 años de existencia.

Se trata de una fuerza política fundamental del sistema democrático, que ha cubierto varias etapas de los cambios significativos del desarrollo económico y social dominicano, medido principalmente desde su asunción al poder en 1996.

El legado de esa organización al engrandecimiento del país es inocultable, si se pondera por fuera del apasionamiento y del habitual forcejeo característico del singular mundillo de la política criolla.

Da una idea aproximada del aserto anterior y de que existe una huella material que no se puede borrar, si lo tomamos únicamente por el tamaño del PIB (producto interno bruto) que ese partido encontró en 1996 (US$18,242 millones) y la cantidad de veces que lo multiplicó hasta el 2020 cuando fue desalojado del poder.

No es la finalidad de este escrito ensalzar la fecha de este aniversario, ni lo que hizo, pudo haber hecho o dejó de hacer el PLD en sus 20 años de ejercicio gubernamental; mucho menos inmiscuirnos en asuntos internos ni valorar si se encuentra distante o cerca de los sueños y principios que inspiraron a su líder fundador de convertirlo en un proyecto de país.

Lo que nos mueve es no pasar por alto algo que lo primero que debe tener presente su propio liderazgo es que el PLD es pieza clave del andamiaje democrático dominicano y de su sistema de partidos, un eslabón fundamental para el equilibrio de los poderes públicos si ejerce de manera consciente su rol de contrapeso, por lo delicado que resulta que un solo partido concentre demasiado poder.

El PLD es y debe seguir siendo un instrumento del régimen democrático representativo, por lo que aprovechamos tan especial ocasión para felicitar a sus miembros, en la persona de su presidente Danilo Medina.

También hacemos votos para que, dentro del libre juego institucional y democrático, la dirigencia del PLD permanezca en un rumbo claro para aportar sus mejores esfuerzos, sus más altos ideales y su reconocida capacidad de trabajo al engrandecimiento de la patria dominicana.

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