Con esa misma expresión, “momentos complejos’’, y convulsos le agregó, el presidente Luis Abinader clamó ayer para que entre todos los sectores de la vida nacional busquemos la forma de mitigar la crisis mundial de los precios.
El mandatario llamó a un gran compromiso nacional, para el cual puso la primera piedra al convocar una mesa de trabajo en el Palacio Nacional para implementar un plan de acción para paliar, y comprender, el alza de los productos.
Allí se dio cita lo más representativo del sector empresarial, tanto industrial como comercial, agropecuario, sindical, social y religioso, los que asumieron el compromiso de buscar soluciones conjuntas.
Asimismo, fue suscrito el documento titulado “Compromiso nacional para enfrentar la crisis internacional de precios’’, en el que se contempla la realización de mesas de trabajo, las que en un plazo de 10 días deberán presentar los consensos que se alcancen.
Fue un punto común en la mayoría de las intervenciones que la situación de alzas de precios apunta a ser transitoria y que el país descansa sobre una economía de bases sólidas.
También hubo acuerdo respecto a que el proceso inflacionario actual es un fenómeno global desencadenado por el aumento de la demanda de las materias primas, la interrupción súbita de la cadena logística causada por la pandemia y el aumento del costo de los combustibles.
Otro tema identificado entre los más importantes que inciden en las alzas, es el del incremento de la demanda de transporte marítimo internacional, los fletes, principalmente desde China, lo que ha sido mortal.
Solo cabe esperar que esta iniciativa, que merece el apoyo de todos los sectores, fructifique en un acuerdo que no se vea empañado por los intereses sectoriales que siempre tratan de usar las crisis para llevar más agua para su molino.
No resulta ocioso destacar que el mandatario, con este tipo de relación horizontal con la sociedad, de consulta y participación, que hace consensos y democratiza las soluciones, que no se siente ni se sitúa por encima de sus gobernados, se yergue con la estirpe del verdadero estadista, que es el que genera respuestas concretas al desafío de los tiempos que corren.
