Cuando desde ciertos sectores se trata de instalar la desmemoria, a veces con la excusa de que el mundo camina hacia adelante y otras con el propósito de vaciar de significado los acontecimientos históricos del pasado reciente, es una obligación recordar a los héroes que forjaron con su sacrificio la dignidad y la libertad de esta nación.
Resistir a la opresión, pero sobre todo a un sistema montado sobre la base de la represión, la censura y la persecución de toda disidencia, es una obligación de los pueblos llamados a vivir en un estado de libertades públicas basadas en el respeto al derecho.
Un nuevo 14 de junio se conmemora y se celebra este año, en momentos en que el país afronta una serie de desafíos propios de una nación que trabaja por el bienestar y por el futuro de sus hijos, de ahí que es absolutamente necesario recordar y rendir tributo a los héroes que se inmolaron en la lucha por terminar con la tiranía que se abatió sobre este sufrido pueblo durante más de treinta años.
Se cumple un nuevo aniversario de aquella gesta heroica emprendida por un grupo de patriotas liderados por el comandante Enrique Jiménez Moya que arribaron por Constanza, y que entre el 14 y el 20 de junio de 1959 también desembarcaron en Maimón y Estero Hondo para combatir contra la tiranía trujillista.
La mayoría murió en combate y otros fueron capturados por las fuerzas militares del sátrapa, pero su entrega, su vocación de libertad, su arrojo y su valor quedaron inmortalizados en la historia de este pueblo como un hito más en la lucha por la libertad definitiva de esta nación.
La “Raza Inmortal” escribió una página de gloria, que no debe ser tomada como una simple efeméride que da lugar a una celebración acartonada con frases hueras con las que se celebran todas las recordaciones, sino como un hecho grabado a fuego en la historia de este pueblo, para que nunca se olvide que la libertad se conquista con coraje, se construye con valentía y se mantiene con la memoria viva de sus próceres y de sus mártires.
Honor y gloria a los valientes que se atrevieron a emprender aquella gesta, sus nombres resplandecen para siempre con el ejemplo de su heroico sacrificio.