Ocho décadas representan un excelente tiempo para que una persona o institución haga sus aportes, un período suficiente para dejar huellas, legados y contribuciones a la sociedad.
El Banco de Reservas de la República Dominicana es una de esas entidades que han hecho historia, no solo en la parte económica, financiera y bancaria, sino que ha trascendido al aspecto social.
Al arribar a sus ochenta años el Banreservas ha hecho camino al andar, como enseña la canción de Serrat.
El ya octogenario banco es la institución más grande del sistema, con activos superiores a 800 mil millones de pesos, más de once mil colaboradores, millones de clientes en todas las regiones de la República, a los cuales sirve en más de 300 oficinas en todo el país, desde el primer lugar en el sistema financiero nacional, con el 36 por ciento de los activos de la banca múltiple.
También ha sabido combinar el papel de agente financiero del Estado con el de suplidor de servicios bancarios al sector privado, en un mercado de mucha competencia.
Según su administrador general, Samuel Pereyra, el Banreservas se ha convertido en un brazo social de la política que el Gobierno ha aplicado en ese ámbito durante la situación de crisis sanitaria que provocó el COVID-19.
Desde su fundación su papel no se ha limitado únicamente a apoyar, como intermediario financiero, el desarrollo y crecimiento socioeconómico dominicano, con su incidencia en la economía nacional. Ha incidido en el surgimiento y consolidación de industrias, nuevas fuentes de trabajo, en formación y en inclusión financiera.
Su gestión exhibe entre sus logros la cercanía que muchas veces ha tenido con el desarrollo de grandes, medianas y pequeñas empresas, al igual que con actividades comerciales, turísticas, de bienes raíces e infraestructuras urbanas.
Para no quedarse en lo meramente económico, es patrocinador de eventos culturales.
Los 80 años del estatal Banreservas encierran una historia de realizaciones forjada en apoyos, soportes y solidaridad con el Gobierno, con las empresas y las personas a las que sirve. Felicitamos todas esas iniciativas que merecen ser continuadas y reconocidas.
