Política exterior

El mes pasado, el canciller Miguel Vargas Maldonado valoró el desempeño de la diplomacia dominicana durante esta administración

El mes pasado, el canciller Miguel Vargas Maldonado valoró el desempeño de la diplomacia dominicana durante esta administración. Dijo: vive un momento de “esplendor”. Quizás no sea una exageración, pero de todas formas hablaba de su propio trabajo, y desde ese punto de vista, su declaración es comprensible. Si observamos las acciones que enumeró, habría que reconocer que la política exterior ha sido dinámica.

No nos interesa por ahora su gestión estrictamente administrativa de la Cancillería. Su afirmación da pie para pensar en la política exterior bajo el influjo del presidente Danilo Medina que Vargas Maldonado lleva con aplomo.

La variación de la posición dominicana frente a la crisis de Venezuela, y de cómo han devenido los tratos con sus gobernantes actuantes, tendría que ser objeto de un análisis que sólo el paso del tiempo podrá ayudar a entender en su adecuada dimensión.

Pero la política exterior ha vivido momentos especiales. El emocionante e histórico encuentro con China Popular, reconocida como la única representante del pueblo de esa nación; y consecuentemente, el malestar que tal decisión provocó al gobierno de Estados Unidos.

Los hechos se habían consumado, y la poderosa nación con la cual tenemos una relación especial necesitaba compensaciones que llegaron a la más alta consumación con el encuentro en Florida de Medina con el presidente Donald Trump.

En la reciente enumeración de resultados, extrañamente el canciller Vargas ignoró esos dos hechos capitales. De todas formas, hay que contabilizar a este período el asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU, como miembro no permanente, lo mismo que la pronunciada presencia en organismos bilaterales, multilaterales y regionales. En su momento la presidencia pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), y el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), así como la coordinación regional del Foro de Cooperación América Latina-Asia del Este (FOCALAE).

Asimismo, se ensanchan los vínculos con diversos países. Ayer vimos que República Dominicana y Gran Bretaña firmaron un Acuerdo de Asociación Económica conjuntamente con los países miembros del Foro Caribeño de Estados de África, Caribe y Pacífico (CARIFORO), para evitar pérdidas de mercado por efecto del proceso de salida de los ingleses de la Unión Europea.
Asistimos a una política exterior viva. Lo reconocemos.

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