Informalidad significa incumplimiento de normas y requisitos establecidos para ejercer una actividad o negocio. También, implica falta de transparencia en las operaciones que se realizan.
La informalidad es, además, terreno fértil para la evasión, tanto fiscal como de la Seguridad Social. Perjudica hasta el alcance de los cálculos de quienes hacen o registran las cuentas nacionales, porque al carecer de datos precisos y confiables, deben acudir a extrapolaciones, estimaciones y cuantas fórmulas de cálculos les permitan hacer aproximaciones.
De la economía dominicana, se dice que tiene un alto componente de informalidad, citando proporciones alrededor del 50%, y hasta más en algunas actividades.
Ahora surge un dato preocupante, por sus implicaciones, y es el que da cuenta de que el 63 por ciento de las empresas que ofrecen servicios de seguridad no están reguladas.
El dato, ofrecido durante una mesa redonda sobre Seguridad Jurídica por el superintendente de Vigilancia y Seguridad Privada, general Amílcar Fernández, el revelador de cuán grande es el grado de sub registros y de incumplimientos a las regulaciones vigentes que existe en el país. Y más que revelador de un dato estadístico, es transmisor de un mensaje preocupante ¿Por qué preocupante? Simple. No se trata de empresas que ofrecen un servicio sin impacto más allá de su radio de acción. No. En este caso, se trata de compañías que dan servicios de seguridad privada y que, por tanto, deben estar rodeadas y dotadas de todas las condiciones y cualidades que garanticen la ejecución de las funciones para las que se les contrata.
Personas físicas y morales acuden a las compañías de seguridad como mecanismo de protección frente al problema de inseguridad que hay en el país.
El superintendente de Vigilancia y Seguridad Privada dijo que las actuaciones de algunas empresas del sector que regula afectan directamente el clima de paz y seguridad ciudadana del país. Llegó a esa conclusión, luego de que la entidad que dirige hizo un levantamiento de inteligencia a nivel nacional y una medición de variables que interfieren negativamente con el sano desarrollo de las actividades de las empresas de seguridad privada.
La revelación del alto oficial es importante, porque pone en evidencia un grave problema, una situación delicada. Pero no debe quedar en la simple denuncia. Debe dar paso a la corrección del problema
