El director de Reducción de la Demanda del Consejo Nacional de Drogas, José Antonio Tejada, ha hecho una declaración sobre el comportamiento del consumo de estupefacientes en el país que alarma, por lo que significa, por quien la dice y por lo que encierra.
El funcionario percibe que el consumo de drogas localmente va en aumento. “Aparentemente, y según mi percepción, hay un aumento. No es un secreto para nadie”, expresó. Su declaración infiere que las políticas antidrogas no han sido exitosas, al menos en los niveles esperados.
Los puntos de vista de Tejada, expresados en una entrevista que concedió a elCaribe, en ocasión de conmemorarse ayer el Día Internacional de la Lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas, coincidieron con una información que daba cuenta que Colombia, uno de los mayores productores de cocaína, aumentó un 19% el cultivo de la coca en 2017. De la hoja de esa planta es que se produce la cocaína, una de las drogas más traficadas y consumidas internacionalmente.
Colombia suple la mayor parte de la droga que llega a los Estados Unidos. Y República Dominicana ha sido señalada como puente para el envío a territorio norteamericano de drogas procedentes de ese país suramericano.
Se asocia el aumento del consumo de drogas en el país a que los traficantes que utilizan el territorio dominicano como puente para sus envíos a Norteamérica, pagan en especie a sus socios locales, no en efectivo como solían hacer a finales del siglo pasado y principio del actual. Ese cambio en el sistema de pagos ha impulsado el llamado micro tráfico en el país, con el consiguiente efecto multiplicador negativo que implica el consumo de drogas. La violencia general, y la delincuencia en particular, son señaladas como consecuencias directas del incremento en el consumo de estupefacientes. Ayer en Viena se informó que en el 2015 murieron 450 mil personas por consumo de drogas.
De ahí la validez del señalamiento del Director de Reducción de la Demanda del CND cuando afirma que “nos toca a todos detener las drogas”. También es pertinente su pedido de un compromiso global en “función de la vida sana”, donde todos sientan que la lucha contra las drogas tiene que ser un compromiso general.
Hagámosle caso.
