El cólera se está dejando sentir en el escenario sanitario dominicano. Según las cifras de las autoridades sanitarias, 25 casos han sido diagnosticados positivos de la enfermedad diarreica.

Es una cifra que ya llama la atención. No es una situación para alarmarse, pero tampoco para dejarla pasar por alto. Valedera es la actitud del Ministerio de Salud que desde que conoció del primer caso de la enfermedad en el país inició una campaña de prevención que comenzó por los pueblos de la frontera con Haití, el vecino país donde el cólera ha contagiado a miles de personas.

El miércoles último el Ministerio de Salud informó que la próxima semana espera la llegada de 85,000 dosis de vacuna contra el cólera, las cuales comenzará a aplicar inmediatamente a personas residentes en los lugares más vulnerables.

La enfermedad, por las explicaciones técnicas que ofrecen especialistas, se transmite fundamentalmente a través de agua contaminada con materia fecal. Su diagnóstico se basa en pruebas coprológicas.

Los casos colectivos en el territorio dominicano han sido principalmente en el sector La Zurza, un barrio localizado en la provincia Santo Domingo. En ese sector las autoridades sanitarias han hecho diferentes operativos que incluyeron hasta la intervención de perímetros en los que hubo casos de la enfermedad.

Prohibieron el uso doméstico del agua de un pozo que sirve de balneario en la zona, aunque la disposición no fue totalmente acatada por la población, la que según los reportes de diferentes medios de comunicación seguía utilizando la fuente de agua.

Esa actitud irreverente de la población cuando se le hace una recomendación para prevenir contagios, es preocupante porque debilita el accionar preventivo de las autoridades.

Mientras llegan las vacunas para inocular en las zonas vulnerables al cólera, la ciudadanía, en cualquier demarcación con posibilidad de contagio, debe asumir su responsabilidad en forma individual. Es mejor prevenir que remediar.

Evitar contacto con objeto u áreas de riesgo, y hasta con personas sospechosas, puede ser de gran ayuda para impedir el avance de la enfermedad. También aplicar las medidas de higiene que recomienda el Ministerio de Salud Pública.

Prevenir es responsabilidad de todos. La vacuna es una parte, no toda la solución. En este caso ayudar ayuda.

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