El rebrote o quinta ola del coronavirus que nos ha llegado, da para pensar y a la vez preguntarse hasta cuándo seguiremos en lo mismo.
No se trata de que el país se adelante a la aparición de nuevas variantes de un virus que ya cumple dos años y cuyo final no se avizora por su increíble capacidad de mutar y de multiplicarse.
Pero resulta inconcebible que hayamos llegado a este punto, ya sea por el descuido o dejadez de una inmensa mayoría de la población o porque las autoridades bajaran la guardia o que por momentos se hicieran las desentendidas.
Nos explicamos: para el 18 de diciembre los principales indicadores Covid se habían desplomado; lo que quizá inspiró confianza, pero precisamente fue la fecha cuando se abrieron las compuertas con el primero de dos conciertos multitudinarios, la liberación de los horarios para el expendio de bebidas alcohólicas y el anuncio de masivos espectáculos, y además con la amenaza de que la variante ómicron podría estar circulando en el país.
Resultado del destape: en el boletín epidemiológico de ayer, el número 655, se reportan 10,999 casos activos, un resultado escandaloso al compararse con los 1,419 del 18 de diciembre; lo mismo que la positividad diaria de ayer (44.23) comparada con el 8.47% de entonces y de las últimas cuatro semanas (9.56%) cuando a mediados del mes pasado era de 4.87%.
En este punto, como Sísifo, volvemos empujar la roca cuesta arriba, empezando porque los primeros en dar el ejemplo deben ser las autoridades, con la adopción de medidas restrictivas, que nunca son simpáticas.
Era entendible que desde el Gobierno estuvieran interesados en que las Navidades del 2021 fueran diferentes a las del 2020, pero se bajó innecesariamente la guardia.
La otra cara de la moneda es la apreciable parte de nuestra población que solo se da por enterada cuando la desgracia toca su puerta, la que ignora olímpicamente los protocolos elementales que se han machacado durante casi dos años de manera constante, y que no aprende: lavado frecuente de manos, mascarillas y distanciamiento físico.
