El partido de la Liberación Dominicana (PLD) es el único partido, en nuestra opinión, que aún le queda al sistema con algún visos de partido político a la vieja usanza -ideología, doctrina, método de trabajo y liderazgos en cierne- herencia histórica de lo que fue la escuela política que legara el profesor Juan Bosch a la sociedad dominicana una vez abandonara -1973- al PRD que fundara junto a otros líderes anti-trujillistas en la Habana (1939), Cuba.

Ese partido -el PLD- gobernó el país por 20 años, con un intervalo:2000-2004-, y ese ejercicio del poder tuvo más luces que sombras, pues hizo avanzar al país a través de cinco períodos de gobierno en los que le cambió el rostro socioeconómico, estructural, institucional y geopolítico al poner al país en el mapamundi y dejar atrás el feudo-país aislado en que lo mantuvo Joaquín Balaguer.

No obstante el PLD, en la oposición y diferente a sus años fundacionales, no ha sabido, desde que salió de poder 2020, hacer oposición política aguerrida y frontal, ni siquiera con el antecedente de la dura y radical que le hizo el PRM; y esa postura o política pública frente al partido de gobierno actual, más lo resultados de las pasadas elecciones -2024-, lo ha llevado a la posición terciaria en las preferencia electoral, realidad está que lo obliga a replantear y revisar esa práctica. Por ello, he sostenido que el PLD está obligado a arreciar su accionar oposicionista y fijar, como prioridad, forjar una gran alianza o coalición oposicionista teniendo claro que parte de su nicho electoral se mudó a la FP y es recuperable a través de una alianza o de posicionar, electoralmente, a un aspirante o candidato que exhiba vocación de poder y manejo adecuado -y en esta coyuntura ese aspirante peledeísta es Francisco Javier García-.

Lógicamente, el PLD debe prepararse, también, para otros escenarios; pero siempre desde la perspectiva de sacar al PRM del poder. Y en esa línea de análisis, más que la urgencia de un candidato -que ya lo tiene aunque falte el protocolo de ley-, necesita hacer oposición agresiva y sistemática para retomar ser cabeza de oposición…(y voy más lejos estratégicamente: nadie que esté orgánicamente comprometido con ese partido le luce abrir querellas o ruidos, en cualquier ámbito público, que pongan en juego la unidad interna, y más si sabemos que tanto ahora como en el 2024 estamos en una coyuntura de excepción).

De no entenderlo así, al PLD le será sumamente difícil posicionar un aspirante y retomar ser cabeza de oposición; y más aun: volver al poder !Piénsenlo!

Posted in Opiniones

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas