Desde fuera se distinguen claramente dos facetas distintas del PLD, luego de la debacle experimentada en las últimas elecciones. Por un lado, se ve un partido parcialmente renovado que fija posiciones sobre temas importantes, con argumentos y datos concretos, presentados usualmente por técnicos y dirigentes especializados en determinadas áreas. Por otro lado, se ve a una organización política que muestra señales de vocación suicida al insistir en el grave error de adelantar el proceso de definición de la candidatura presidencial, lo que desafía la lógica y normativas legales, en un intento por repetir lo que ya hizo hace cuatro años, pero esta vez sin contar con un consenso interno. Es el mismo PLD, pero parecería que son dos partidos distintos.
Oposición como dice el librito
La declaración del PLD al iniciarse la semana sobre la preocupante posibilidad de que se establezca en Estados Unidos un impuesto a las remesas es solo un ejemplo de algo que han estado haciendo los directivos del partido morado desde hace un tiempo: Identifican temas relevantes y que impactan a la sociedad, presentan el problema e incluso ofrecen posibles soluciones, como en el ejemplo mencionado, en el que plantean una acción diplomática del Gobierno para evitar que se penalice a los criollos que envían remesas. Es lo que debe hacer un partido opositor. En eso, le comen los caramelos a la Fuerza del Pueblo, que por los últimos resultados electorales se convirtió en el principal partido de oposición.
La consulta fallida
El intento del PLD de realizar la consulta recibió un golpe del Tribunal Superior Electoral pero ya la Junta Central Electoral había hecho una advertencia sobre procesos adelantados, en la que incluyó la palabra “consulta” por lo que no hay dudas de que se refería específicamente al PLD. Pero el principal inconveniente con el que se ha encontrado la comisión de “arbitraje” es que no encuentra competidores para arbitrar. Muchos entienden que a Francisco Javier García le toca ahora ser el candidato, pero ni a él ni a su partido le convienen un proceso cuestionado.