Los obispos oficiaron misas ayer por el Día de la Altagracia “Madre protectora y espiritual del pueblo dominicano”. Tres de las homilías sobresalen. La del obispo de La Altagracia, monseñor Castro Marte, frente al presidente Luis Abinader, la vicepresidenta Raquel Peña y otras autoridades. El segundo mensaje que sobresale, quizás el más importante y el de mayor impacto, es el del obispo de Santiago, Héctor Rodríguez y el del arzobispo de Santo Domingo, Francisco Ozoria.
Los tres tocaron el tema electoral, lógico por la cercanía de las elecciones. Rodríguez y Castro Marte llamaron a votar con libertad y con conciencia y Ozoria en contra de delincuentes y corruptos.
“No podemos escoger gente que busque el interés propio y menos escoger gente que ha sido tachada, delincuente. Si nosotros votamos por gente que ha sido tachada o corruptos, ahí no estamos ejerciendo el voto como se debe. En este proceso electoral debemos tomar en cuenta el bien de la nación, el bien de todos” manifestó Ozoria.
El arzobispo se ve alineado al discurso de uno de los proyectos políticos actuales.
“Jaque mate a la libertad”
“Quiero presentar a la virgen un tema polémico. Se trata de la primera ley del 2024, porque es una ley que está creando preocupaciones en la opinión pública e instituciones serias del país”, dijo el arzobispo de Santiago. “Coincido con algunas instituciones en que la ley, en algunas de sus partes, específicamente el artículo 11, sobre entrega de información de manera compulsiva, constituirá y eso es lo que a mí me parece, un jaque mate a la libertad de expresión y al derecho humano, a la intimidad, a la confidencialidad, abriendo la posibilidad de lastimar un derecho fundamental, como el derecho la privacidad y al secreto profesional”.
Sobre las elecciones dijo: “Que tengamos unas elecciones realmente democráticas, sin los traumas del pasado, unas elecciones en las cuales se respete la voluntad de cada votante”. Castro Marte llamó a votar contra los proaborto, pero con libertad y conciencia. También criticó el auge de los puntos de drogas y las bancas de apuestas. “Es verdad que hemos crecido, pero también en el mal hemos crecido”, se quejó.
