PodráN inventarse incentivos fiscales que duren cien años; teorizar en todos los gabinetes ministeriales sobre la conveniencia de ampliar o no las relaciones con el país de al lado; ofrecer villas y castillas a los inversionistas de cualquier procedencia… Pero si el Gobierno no renuncia a la anacrónica visión estrictamente militarista de esa frontera y emprende lo que tiene que hacer (primero que nada una buena carretera a todo lo largo, mejoría de puertos y aeropuertos, energía eléctrica garantizada, agua en tubería, educación, salud y obras comunitarias), que no nos haga perder el tiempo con una ficción de desarrollo fronterizo.

Posted in Fogaraté

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas