Dejémonos de vainas: Ningún horario de toque de queda va a resolver ni remotamente el problema. Dejémonos de cuentos: Ningún consejo sobre los riesgos de no usar la mascarilla va a convencer a tantos desaprensivos. Dejémonos de disparates: Ningún mensajito público va a hacer que los irresponsables respeten el distanciamiento mínimo de un metro. Dejémonos de perder el tiempo: Ninguna advertencia, por severa que sea, va a lograr que nadie supere el prejuicio y se vacune. Parece que hace falta ejercer la autoridad con sólo dos palabras, sea hombre o mujer: “¡Tránquenlo!” y/o “¡Múltenlo!”… (¿Sólo así entenderán?).

Posted in Fogaraté

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas