La industria de la construcción ha entrado a un período de rápida parálisis por falta de mano de obra (haitiana, claro), y las plantaciones agrícolas empiezan a despoblarse (porque los peones haitianos están prácticamente prohibidos). La construcción y la agricultura son dos columnas laborales fundamentales de la economía dominicana, con miles y miles de plazas ocupadas por trabajadores haitianos, que representan una parte importante de la economía laboral-consumista que los dominicanos no ocupan… ¿Qué hacer? (Ojalá que Luis y Danilo hayan hablado de esto, también, y que Luis tome firmes decisiones).

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