La invisible izquierda dominicana, en un foro con más de veinte agrupaciones de distintos signos y líderes poco conocidos, se hizo nuevamente visible este fin de semana (tras más de veinte años de práctica ausencia), para buscar la unidad, primero que nada y, después, a ver cómo llega a gobernar, esta vez por vía estrictamente electoral, en un sistema político que demanda cambios y diversificación ideológica, como vemos en el resto de América Latina, sin lucha armada, sin enfrentamientos con la burguesía, sin gritos contra un imperialismo yanqui que ya no impera ni en Estados Unidos…(¡Suerte!… ¡Ya hacía falta!).
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